There is no god

Editorial

Todos los deportes, y cuando digo todos quiero decir que alguno habrá, conocen una versión extrem. Paso a poner ejemplos, que es lo que hacemos mucho los tontos. Existe el tenis de mesa, y ciertamente existe el tenis de mesa extrem. Existe el hóquei subacuático, la carrera de perros que tiran de trineo y el lanzamiento de hueso de aceituna, y todas estas tonterías admiten una variante extrem.

Para que algo sea considerado como una variante extrem no es suficiente con ir a saco paco matraco. Normalmente si alguien dentro de un deporte va a saco paco matraco se entiende que esa persona en particular es un o una bestia y que habría que deportarla o algo, pero no constituye en sí motivo para realizar un cisma del deporte original y crear una vertiente extrem.

Uno de los deportes con los que el concepto extrem se ilustra mejor es el tenis. El tenis, originalmente jugado en hierba, sufrió dos intentos de cisma con la introducción, en 1926 y en 1937 de las superfícies de tierra batida con otra cosa y de cemento a secas. En ninguno de estos dos casos constituyó el cambio de superfície motivo suficiente para separarse de la actividad deportiva troncal.

Sin embargo, llegados los años ochenta y la incorporación rabiosa de las superfícies a base de ojos de pulpo, ganchitos, vísceras, cristal molido, residuos médicos, choucroutte, aguas fecales y campo minado simpáticamente, ahí sí que tuvo la ATP que ponerse firme y decir que aquello era una guarrada y que así no había manera de jugar.

Desde entonces, los tenistas extrem se entrenan duramente para poder realizar sus voleas con todo lo que conlleva el que la pelota haga unos extraños muy raros y también que podría uno dado el caso resbalar y morir o algo intermedio.

Velocidades ostiaputa 1 (a ver si se mata de una vez el tontolaba ese)

Otra clase de movimiento hilarantemente estúpido es el de los coches de fórmula 1. La velocidad puntera de un coche de fórmula 1 bien alimentado es de unos 358.6 km/h.

En los grandes premios de fórmula desa, sea en Malasia o en San Marino, sucede siempre una cosa que todo el mundo sabe en el fondo de su corazón pero que se niega a reconocer:

Al cabo de 20 vueltas y 160 km de recorrido, al cabo de tantísimos virajes arriesgados y de coraje por mor de la patria y la escudería y la pastaca que les deben pagar, los pilotos acaban donde empezaron.

La velocidad media, en EGB, se calcula así

\frac{coordenada de origen – coordenada de destino}{tiempo invertido}

Introduciendo los datos:

\frac{«un sitio» – «el mismo puñetero sitio»}{toda una mañana de domingo}

Sale cero. La velocidad media de un fórmula uno es cero. Y esto es cierto para todos los sistemas de coordenadas y todas las escuderías.

Velocidades ostiaputa 2 (mi papá me ha comprado una moto)

Trial: la capacidad del ser humano semi acorazado para meterse en berenjenales inverosímiles. Si ponemos los canales adecuados de televisión podemos ver en plena naturaleza a unos señores en moto que consiguen superar unos obstáculos muy difíciles de superar en moto. Llevan, asimismo, unas protecciones muy necesarias para paliar posibles caidas de moto.

Es decir: consiguen sobreponerse, gracias a la moto y a mucho arrojo y coraje y equilibrio, a problemas que no tendrían si no fueran en moto.

Porque los parajes donde suceden estos absurdos son tan bonitos que podría vivir en ellos un oso panda. Y tienen toda la pinta de poder recorrerse tranquilamente a pie. Al fin y al cabo, somos simios.

La prueba de que se pueden recorrer a pie es que cada piloto suele contar con un ayudante que va disfrazado igual que él y que va saltando delante suyo diciendole dónde tiene que plantificar la rueda y diciendo esas cosas tan abstractas y difíciles de «dar gas» y «dar menos gas». De alguna forma el hecho de que un señor te preceda dando saltos invalida dramáticamente la validez de tu medio de locomoción a no ser que tengas algún tipo de discapacidad.

Hay otra variedad de trial que se hace en polideportivos y con trozos de tuberías y cascadas artificiales. Una mezcla de escultura postindustrial y decoración de restaurante chino muy en plan a lo grande. Esta variedad se parece mucho a la otra pero tiene mucha menos emoción porque la probabilidad aparente de oso panda es mucho más baja.

Sinceridad permanente

Una de las maneras más toscas que se pueden emplear para ver TV es eso de ir cambiando de canal. Hay que ser un televidente activo y pensar por ejemplo en que se quiere ver un docudrama en el que se explique el trasfondo histórico que de algún modo pueda tener todo lo que vendría a ser el área de Bellmunt.

Si se prende el televisor y resulta que no dan el susodicho docudrama, no flojear ni cambiar el canal. La delicada estrategia consiste en estarse delante de la tele con dos cojones hasta que den el puto documental.

O bien, por ejemplo, si estamos tentados de buscar en la wikipedia quién aisló por primera vez el flogisto o quién realizó el primer transplante de triple calentador, pues lo mismo. Hay que quedarse mirando el mismo canal sin perder la ilusión de que tal vez un día pongan lo que a nosotros nos interesa.

John Frum is God

Sacar banderas como baricentro de nacionalidades de todo el equipo. eso resolvería algunos conflictos y ciertamente alegraría algo al payaso triste de micolor, que se daría cuenta de que los tonos pastel tornasolados pasan a ser el sinónimo de la diplomacia, mientras que los mapas de cuatro o más colores primarios tienden a significar el conflicto la guerra la devastación y el dolor de muelas.

Una vez comenzado el partido, cada jugador escoge bando y actividad. Se vale saltar a la comba o ser campeón en rimas mentales, o cocinar o bien insultar. Cualquier verbo de cualquier conjugación de cualquier idioma se acepta como válido.

La gente va haciendo cosas y en cuanto pase algo realmente grave, se para y se evalúa o se inventariarizona todo lo que se haya producido: depilaciones, lanzamientos, coitos, embutidos, tapizados, todo.

Si algo se puede medir, se mide. En kilos, en minutos o bien en metros o en veces que la pelota a pasado entre un calabacín y una petunia indócil. Se suma todo porque, contrariamente a lo que se suele comentar, sí se pueden sumar cantidades heterogéneas.

Entonces, al final, y al revés que en los partidos tradicionales, el árbitro lanza una moneda al aire y si la cara del Rey de España queda hacia arriba es que han ganado los malos. Si pasa lo contrario es que no han ganado los malos sino los demás.

Cada uno se va a su casa previa ducha pensando por dentro si será malo o bueno y por lo tanto si ha ganado o no, y si le compensa ser malo teniendo en cuenta que por otro lado ha ganado o si le vale de una mierda ser tan bueno como es cuando al final resulta que va y pierde y eso que había chutado muchísimo y había hecho volar unos aviones de papel maché y unas pompas y hasta recordó un villancico casi entero, uno que se llamaba «capitán de madera», o algo así, y que versaba acerca de un improbable barco que no acababa nunca de naufragar y todo era como angustiante.

Navegar y navegar

La navegación se basa en premisas irresolubles. Nuestro conocimiento de la geometría es limitado. La correspondencia entre los mapas y la realidad es irresoluble. El Nuestra Señora de Getxu traza una línea trazada con pulso tembloroso. Trato de mantener la línea recta para mantener con ella la ilusión de un destino. No es necesario, pero resulta difícil imaginar una línea recta que fuera paralela a todas las demás. Una línea que sea paralela a todas las orillas. Sin embargo a veces sospecho que así es. Que ese es el secreto. Que incluso la posibilidad de una playa está descartada mucho antes de empezar. Las única regla escrita es entonces esta: «vas a perder».

~ por purranki en febrero 1, 2007.

13 respuestas to “There is no god”

  1. Lo de quedarse mirando el mismo canal sin perder la ilusión de que tal vez un día pongan lo que a nosotros nos interesa me recordo a algunos matrimonios.
    Contrapuesto a la capacidad de meterse en berenjenales inverosimiles o todo lo contrario.

    Por otro lado. Estaba frente al mar y creo haber visto al Ntra Señora de Getxu.

    O viceversa.

  2. Exactamente. La capacidad de que la vida, ese río que no lleva a ninguna parte, efectivamente te lleve. La inacción como llave del yo no fui. Que es lo más cerca que se puede estar de la inocencia.

  3. Cito a Stalislaw Lem (Cibeíada):

    «- Hay dos especies de sabiduría: una insta a la acción, la otra la frena. ¿No crees, insigne Trurl, que la segunda es más honda? Porque sólo el pensamiento de alcance infinito puede prever las remotas consecuencias de una acción emprendida, unas consecuencias que pueden convertir en problemática la acción que las había suscitado. Ergo, la perfección puede consistir en la renuncia a la acción. Y la diferencia entre la sabiduría y la razón estriba en la capacidad de aquélla para descubrir tal diferencia.

    – La no-acción es segura, y es lo único bueno que se puede decir de ella. La acción es insegura, y en esto estriba su belleza».

    Pues eso. Abrazos.

  4. ¿Que voy a perder? ¡¿¿¿Que voy a perder??! Eso dice la maldita regla??? ¿¿Que voy a perder??

    (y que si, que la acupuntura funciona)

  5. Lo de saber que vas a perder es la madurez. Después de la madurez viene la muerte, que es perder en sí, en todo su esplendor decrépito.

    La esperanza de vida desde la antigüedad hasta mediados de los 40 era de 39 años. En China. Actualmente es de 72. El cambio es debido a la introducción de la medicina alternativa a la superstición. Un nuevo método que consiste en ver qué funciona y qué no funciona de verdad, basándose en los resultados reales. Darse cuenta de que la acupuntura no funcionaba fue el primer paso.

    Aunque, como ya he dicho, morir lo que es morir nos morimos todos. Se llama perder.

  6. Me estás diciendo que soy una mujer madura, perdedora y que voy a morir este mismo año, todo porque creo en la acupuntura????
    A mí, Stella Maris Lucrecia me había recomendado este blog con fervorosa pasión, pero veo que solo me llevo un disgusto detrás del otro.
    Dónde quedó la cortesía, mi dios…

  7. Sí, sí y no. Mujeres maduras y perdedoras somos todos. En cambio, respecto a la acupuntura las probabilidades son que ya estarías muerta si no fuera por las vacunas y la antisepsia, por poner un caso. No podrías estarme reprochando meterme con tus creencias si de verdad fueras consecuente con ellas y hubieras cuidado tu salud equilibrando energías imaginarias. Cuando nos encontramos mal acudimos al médico. Tú no eres distinta, y haces bien en ser incoherente en este sentido.

    Siento haber parecido descortés, o seguir pareciendolo. Me parece que ser descortés es algo malo si quiero ser popular. Y hasta cierto punto quiero ser popular. Pero no creo que entre en los límites de la cortesía el aceptar las creencias de los demás. Tú puedes decir que la acupuntura funciona, pero yo no tengo por qué otorgar callando, y he sido suficientemente cortés para decirte por qué no lo acepto, en vez de decir «y mis huevos 33», aunque esto acabe siendo una apofasis por el hecho de especificarlo.

    Me acabo de dar cuenta de que mi posición es excelente: si crees que sigo siendo descortés qué es lo que pierdo?. Si crees que ya no lo soy, gano el respeto de una persona que de otra forma no podría resoetar a mi vez. Me felicito por ello.

  8. Me convenciste. Nunca más acupuntura. Ahora voy a ver si me aprendo algo de Vudú como para ver lo del equilibrio imaginario y de paso no desperdiciar las agujitas.
    Te has ganado mi respeto. Yo también te felicito.
    Con respecto al color del mar… No. No. Mejor me callo.

  9. Ahora me arrepiento un tanto de todo el rollo este. En realidad, le tengo un poco de tirria a todo el tema porque con tanto ying y yang se olvidan de otras energías imaginarias mucho más importantes, que son el yeng el yong y y el yung. Igual que el chi: qué pasa con el cha, el che el cho y el chu? Será que el milenarismo se pierde desde que sale de California hasta que llega a Occidente. Digo.

    Ya sé que el mar no es en realidad azul. Que es del color del cuerpo negro con las rayicas del espectro de absorción correspondiente cuando lo calientas hiroshímicamente. Pero tengo que poner alguna fácil, que si no no me acuerdo cuando entro con nombre figurado a comentarme a mí mismo y discutir yo solo.

  10. ¿Quieres ser popular? Pondría cara de sorprendida, pero estás en contra de los muñequitos,,, ¿quieres ser popular? ¿En serio? Lo repito para que te hagas a la idea de la cara de sorpresa que estoy poniendo. A lo mejor es que no he leído entre líneas, va a ser eso.
    Besos sonrientes,
    saldama

  11. No sé si quiero ser popular. Por un lado esto es un bloj y lo puede leer todo el mundo. Eso parece indicar que quiero ser popular. Por otro lado, desprecio profundamente a casi todo el género humano, aunque no me llena precisamente de felicidad. Me gustaría que la gente fuera mejor, y menos imbécil, para yo poder admirarla más a menudo. No estoy contento con el actual estado de las cosas. Pero la mínima objetividad me lleva a pensar que el 90% de la gente es profunda y criminalmente idiota. Lamento pensar eso.

    Siendo así, me gustaría que mis opiniones y posiciones fueran las del común de las personas, y yo un dictador benévolo que administrara de forma infinitamente justa las lonchas de jamón serrano entre la multitud de miles de panes abiertos a lo largo. Pero esto también lo digo hasta cierto punto.

    Una alternativa sería hacerme idiota yo y ser, yo qué sé, David Bisbal y marcarme unas vueltacas guapas y enfervorecer al graderío especularmente idiota. Entonces no andaría tan conflictuado. Hasta cierto punto.

  12. Ay, xD, qué bueno el trozito de SINCERIDAD PERMANENTE. Ay, que me meo toa.

  13. No.

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